Pero no fue esa la única confidencia sobre sus preferencias en la cama. El cantante también se manifestó como un asiduo consumidor de las “booty call”, llamadas telefónicas que solo tiene como fin el sexo sin compromisos y se atrevió a informar sobre su última tórrida llamada, sólo tres días antes de la entrevista.
Al cantante le encanta grabarse haciendo el acto sexual. ¿Cuánto se pagaría por un video porno protagonizado por Ricky Martin? Teniendo en cuenta que el sector de los video aficionados en la industria del porno mueve montañas de dinero, es posible que el cantante obtuviera más beneficios comercializando sus hobbies sexuales que con sus discos y giras. Y es que quién sabe a lo que podrá dedicarse si su música deja de funcionar.
“No soy Pamela Anderson”. Nuestro gozo en un pozo, dice que se asegura de borrarlos todos porque no quiere que le pase como a la actriz.